AUTONOMIA PERSONAL
Y
HABILIDADES SOCIALES
La comunicación interpersonal es una parte esencial de la actividad humana. El hombre es un animal social y el discurrir de nuestras vidas e incluso la calidad de las mismas están determinados, al menos parcialmente, por el rango de nuestras habilidades sociales. Por supuesto, las personas con síndrome de Down no son una excepción a esta máxima.
Si tuviéramos que concretar en un objetivo básico la finalidad de la Asociación, se podría concretar en la consecución de una vida autónoma y plena para las personas con Síndrome de Down.
Para ello, la Asociación cuenta con un departamento de Habilidades Sociales, que es el encargado de evaluar, calificar, estimular y corregir, los comportamientos sociales de las personas con Síndrome de Down.
Las habilidades sociales son todos aquellos comportamientos, actitudes y actuaciones que son las correctas, según las normas sociales establecidas, como actuar correctamente a los saludos, a las normas de cortesía, manejo de dinero, interacción social en general.
Por todo ello, la actividad formativa global de los niños y jóvenes con síndrome de Down ha de incluir contenidos más amplios que los académicos exclusivamente, por ejemplo, programas de entrenamiento en habilidades de autonomía personal y habilidades sociales. Se ha de tener en cuenta que determinados aspectos fundamentales para la adaptación social, son enseñados de forma natural en el entorno familiar y los hijos sin discapacidad los adquieren habitualmente de forma espontánea, sin darse cuenta. Sin embargo, los niños con síndrome de Down no lo harán o lo harán de forma inadecuada si no se utilizan con ellos programas adaptados a sus peculiaridades.